Esta semana nos toca hablar de un álbum que salió hace un par de meses y que vino a poner el ruido blanco y el feminismo de moda… otra vez. Se trata del nuevo y esperado disco de The Knife, Shaking the Habitual.
¿Quiénes son The Knife?
Para los que aun no están familiarizados con esta banda, The Knife es un dúo de música electrónica originario de Estocolmo, Suecia formado por los hermanos Karin y Olof Dreijer (Hermana y hermano respectivamente) que desde 1999 vienen haciendo las delicias de la crítica musical, con la que mantienen una relación algo peculiar pues no suelen dar muchas entrevistas (las que dan, son preferiblemente para periodistas mujeres) ni atender a las entregas de premios a las que han sido nominados. Además, hasta antes de 2006 Karin y Olof rechazaban estrictamente cualquier proposición de presentarse en vivo. Esto cambio debido al éxito que represento su álbum Silent Shout.

Algo curioso (aun más) de The Knife es que, aunque su música es producida enteramente por instrumentos electrónicos, la mayoría de las personas no sabrían si lo correcto es decir que lo que ellos hacen cabe dentro de la electrónica convencional. The Knife, más que un dúo musical al estilo de Daft Punk, es una propuesta artística algo diferente a veces reconfortante y a veces perturbadora, pero siempre intrigante.
Asi es como en 2013 nos vemos con este disco de portada rosa-verde en las manos que, a pesar de ser algo difícil de digerir, es altamente recomendable.
Sacudiéndose la rutina: El disco.
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Tam Drum |
Full of fire. Unos cuantos segundos de percusiones claramente más rítmicas nos dan la bienvenida a una canción que es de las más políticas de todo el disco con Karin hablando de objetos del deseo, liberales y supremacía vaginal. Una canción oscura musicalmente hablando que experimenta con sonidos que parecen ser los de uñas deslizándose sobre la portada de un engargolado o tal vez un mosquito. La canción nos da, en general, la sensación de extrañeza a través de sus nueve minutos.
A Cherry on Top. Esta canción es la primera de las piezas enormes del álbum. A Cherry on Top comienza siendo un experimento de sonidos ambientales que nos invitan a entrar de lleno a una pesadilla o de menos a un sueño muy extraño. Pero de pronto, de entre las cortinas de la atmosfera oscura que se crea en los primeros minutos parecen cuerdas que parecen pertenecer a la combinación entre un sitar y un piano ligeramente desafinado. Las atmosferas siguen ahí, pero ahora se les unen sonidos metalicos surcando de derecha a izquierda y viceversa. Uno apenas alcanza a notar que la voz de Karin repite incesantemente las mismas palabras una y otra vez. Y aquí es donde la canción “sufre un infarto” pues para en seco solo para ser revivida por un alud de capas de sonido en reversa que parecen regresarnos poco a poco a la lucidez.
Without you my life would be boring. Aquí despertamos y volvemos a la estética oriental que nos presentó A Tooth for an Eye. Indiscutiblemente esta canción suena asiática incluso con grandes y espaciosos sonidos de Taikos a la mitad de la canción. La letra nos describe una especie de ritual de unión conyugal (?) lleno de indecisión en donde “nos reímos del futuro para encontrar nuestro presente”. Una canción tranquila después de un golpe sensorial como lo fue A Cherry on Top.
Taiko |
Crake. “Prepárense para el viaje”. Ese parece ser el único mensaje de este interludio de no más de un minuto. Sonidos como de sillas arrastrándose por aquí y por allá, emulando gritos, como advirtiéndote que lo que viene puede no ser tan agradable. No hay espacio para la voz aquí. Y de repente paramos en seco en la cima del tobogán.
Old dreams waiting to be realized. “Silencio y angustia es lo primero que nos encontramos al entrar al tobogán del monstruo más grande del álbum. Poco a poco aparecen las atmosferas oscuras de antes pero aun más lentas y pesadas. Una sensación sorda del lado izquierdo. Sonidos que solo se pueden describir inventando una palabra (“cristálico”). Y después surgen sonidos que intentan parecerse al viento, se incrementan para luego desaparecer y luego vuelven acompañados de sonidos de pasos cercanos. Alguien que corre y se aleja, agua cayendo. Entonces el viento reaparece y nos envuelve auditivamente. Cosas que caen. Viento. Percusiones inquietantes que parecen intentar llamarnos. Minutos de tranquilidad y de pronto la textura auditiva comienza a aumentar inquietantemente. El vientos y sonidos que emulan gritos suben su intensidad en un remolino en donde no alcanzamos a distinguir si nos estamos adentrando mas o saliendo de la obra. Velocidad que aumenta haciéndose cada vez más angustioso el viaje y después salimos, o despertamos o bien ya no sabemos ni donde estamos”.

Aquí esta la mencionada secuencia...
Raging Lung. De nuevo las percusiones de tipo oriental nos sacan del trance y nos regresan a una atmosfera un poco mas mágica pero sin salirnos del todo de la pesadez que nos ocasiono la canción anterior. Un pequeño coro que suena un poco más pop que la mayoría del álbum adorna esta canción que sirve un mas como relajación. Las letras incomprensibles denotan cierto reclamo pero a la vez abandono.
Networking. Aquí volvemos un poco al The Knife de Silent Shout. Algo un poco más rítmico pero con ese ambiente extraño que predomina en el disco. A lo largo de la canción hay una suerte de referencias musicales a Without you my life would be boring. En esta canción tampoco hay letra.
Oryx. El segundo interludio del álbum causa extrañeza pues solo hay un sonido que asemeja a un grito durante casi cuarenta segundos.
Stay Out Here. Otra pieza larga. Comienza muy tranquila solo para después convertirse en una canción cada vez más rítmica que al final termina siendo casi bailable. Algo curioso es que es hasta esta canción que escuchamos la voz de Olof.
Fracking Fluid Injection. Esta canción es casi en su totalidad una experimentación con las voces, con mucho eco y a veces en reversa. No hay letras pero si mucha voz y también sonidos de sillas arrastrándose (bien pueden pasar por sonidos de cuchillos siendo afilados). En lo personal me recuerda a la canción Mantra de Tool.
Ready to lose. La última canción del disco y aunque a estas alturas parece que nada nos podría sorprender, aun hay espacio para esta canción. De vuelta a los sonidos de Tam Drum la canción se mantiene tranquila y la letra nos manda un mensaje de aceptación para el cierre del álbum.
Aquí pueden escuchar el disco completo. https://soundcloud.com/theknife/sets/shaking-the-habitual
La opinión.
Gran disco. Es algo difícil de comprender en su totalidad en la primera escucha pero bastante disfrutable. ¿Sera uno de los mejores discos de este año? Personalmente creo que sí, pero la última palabra la tienen ustedes.
*Nota curiosa: En la pasada edición de IDM, Daniela Ferrari utilizó la canción Heartbeats de The Knife en su desfile. El video de este evento lo pueden encontrar en su respectiva entrada dentro de este mismo blog dando click aquí http://tinyurl.com/mpz43go
Extra: Debido a la extensión de esta reseña esta ocasion no habrá revisión de noticias de la semana, pero en la próxima entrada haremos un recuento de lo que fueron Glastonbury y Rock Werchter este año.
Frnz.
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Music